secuestro legal

A tod@s l@s que reciban esto les pedimos darle la mayor difusión
posible: cadenas de meil, radios, periódicos, publicaciones barriales,
etc. No podemos dejar que estos atropellos continúen. A continuación
va el texto.
Salud.

Mi nombre es Manuela Chagas, soy una de las tantas trabajadoras
independientes de este país, no solo por encontrarme en una sociedad
castigada por el desempleo sino porque es mi opción de vida; que
aunque muchos crean que este es el camino más fácil, no lo es. Mi
opción es dura y trabajosa, pero es mi opción y estoy en mi derecho.
Tengo 25 años y desde los 15 trabajo de forma independiente. Hoy en
día me dedico a la producción y venta de artesanías. La
comercialización la hago en la calle.
El sábado 22 de sep. Me dirigí a la peatonal Sarandi para llevar a
cabo la exposición de las mismas, este es un lugar que como muchos
saben hay gran concurrencia de turistas por ser el casco antiguo de la
ciudad. Lugar ideal para llevar a cabo mi tarea.
Antes de terminar de armar el puesto se dirigieron hacia mí como
tantas otras veces y como a tantos otros colegas los inspectores de la
I.M.M exigiendo mi retirada por no tener permiso (¿permiso para
trabajar?).
Ya cansada de ser tratada como delincuente, les explique que no podía
retirarme, que tenía que trabajar, que no cobro PANES ni asignación
familiar, que no recibo ningún subsidio del Estado porque considero
que tengo la capacidad de autosustentarme; que me ampara el artículo 7
y el 53 de la Constitución (por la cual se tienen que regir)
respectivos al derecho inalienable del trabajo, al igual que la
Declaración de los Derechos Humanos de la ONU que ampara a cualquier
ciudadano del mundo a ejercer su derecho al trabajo. Sin importarles
nada de esto, tras forcejeos procedieron 4 inspectores de la I.M.M. y
4 policías de sexo masculino a secuestrar mi mercadería, sin cumplir
con el procedimiento debido, ya que antes de hacerlo deberían mostrar
sus carnés de inspectores y luego dar una intimación de aviso, y sólo
en caso de reincidencia adquieren el derecho legal de secuestrar la
mercadería del trabajador.
Como los inspectores no tenían con ellos las boletas de intimación,
decidieron saltear el procedimiento y secuestrar mis trabajos. Los
policías me retuvieron para poder hacerlo. Otro procedimiento ilegal,
ya que la policía masculina no puede tocar a una mujer.
Tras toda la violencia vivida averigüé si los abogados del Ministerio
de Trabajo amparaban mi situación, pero por el hecho de no ser una
trabajadora dependiente, me encuentro en un vacío legal, sin
posibilidad de reclamo como trabajadora.
Hoy en día podría decir que paso a la lista de desocupados, ya que sin
mis artesanías no tengo forma de sustentarme. Me piden que pague una
multa que oscila entre los $600 y $3000. ¿Cómo puede ser que tenga que
pagar por lo que yo misma produje y es mío? ¿Cómo puede ser que un
país que llora por los exiliados económicos, en su mayoría jóvenes, un
país que se hace llamar "país productivo", no permite a los
trabajadores independientes ejercer su tarea?
Nos tratan como delincuentes, nos persiguen diariamente por
TRABAJAR!!! La lucha de los artesanos callejeros por espacios públicos
es ya vieja, y en este camino, a fuerza de golpes se han conseguido
algunos espacios públicos: Biarritz, Parque Rodó, Carrasco, Buceo y
Tres Cruces. Pero éstos no alcanzan y no a todos nos son rentables.
Hoy nuevamente la lucha sigue por un lugar en la Peatonal Sarandí, que
tras turbios acuerdos, con un sistema que a conciencia no respeta la
realidad de los artesanos, muchos fuimos dejados de lado, negándosenos
la posibilidad de trabajar.
Señores! Me niego a ser tratada como una delincuente. Su violencia no
quedará impune. Sus atropellos intentan socavar mi dignidad, pero mi
dignidad me obliga a exigir respeto. Por eso es que hoy día estoy
llevando una denuncia a nivel público y penal de esta situación,
juntando firmas para recuperar mis trabajos sin tener que pagar, y
para que este absurdo no se repita más. Para que a nadie le sea negado
el derecho al trabajo.
Manuela chagas